Este recinto, que hoy
es museo dedicado a mostrar a través de diversos objetos y representaciones la
forma de vida de la sociedad virreinal, fue construido en el siglo XVII y
reconstruido en el XVIII.
La colección que
resguarda este edificio reúne más de 8 mil piezas, sin contar los bellos
azulejos catalanes que suman 20 mil, cerámica china, talavera de la reina y de
Delft y por supuesto, talavera poblana.
Sorprendentes y
admirables son todos los objetos que aquí se muestran: pinturas, jarrones,
comedores, candiles, espejos, biombos, retratos, vajillas, baúles, biombos,
orfebrería; estas piezas que pertenecieron a la más alta sociedad de la época
son claro ejemplo de aquella vida novohispana llena de contrastes.
Los terrenos que
ocupa dicha construcción, fueron originalmente una ermita que llevara por
nombre Nuestra Señora de los Desamparados. Era un hospital para negros libres,
mulatos y mestizos, fundado por el médico Pedro López (el primer graduado en
Medicina de la Real y Pontificia Universidad de México) y originalmente se
llamó Hospital de la Epifanía.
Este lugar después
tomó el nombre de Hospital de los Desamparados, porque de acuerdo con Salvador
Novo, ésta fue la “primera Casa Cuna del mundo”. Siguiendo las investigaciones
de Josefina Muriel, en este lugar había un torno donde las madres que no podían
atender a sus hijos, ya fuese porque se dedicaban a la prostitución, estaban
solteras o no podían mantenerlos, los dejaran allí. En 1736 se prestó atención
a las personas que fueron afectadas por la epidemia matlazáhuatl, no obstante,
esta epidemia fue tan fuerte que el hospital no se dio abasto y murieron
también varios religiosos que prestaban sus servicios y algunos esclavos que
los auxiliaban.
Para 1820, con el
decreto para la eliminación de las órdenes religiosas, los juaninos fueron
exclaustrados. Después de estar abandonado, fue convento de las monjas de la
Enseñanza de Indias, posteriormente regresó a ser hospital, esta vez al cuidado
de las monjas de la Caridad y para 1863, con la reglamentación de la
prostitución ordenada por el emperador Maximiliano, se convirtió en hospital
para enfermas sifílicas, luego fue el Hospital Morelos, Hospital Jesús Alemán
Pérez y finalmente, Hospital Obstétrico de la Mujer.
Para el año 1969 este
sitio era mercado de artesanías y desde el año 1986 es el museo Franz Mayer,
llamado así en honor a un empresario alemán que vivió por años en nuestro país
y logró recabar una gran colección y dejando un fideicomiso para que a su
muerte se instaurara este museo.
Abierto de martes a
domingo de 10:00 a 17:00 horas, el museo Franz Mayer ofrece una exhibición de
artes aplicadas, la más importante en su tipo y otras muestras temporales, que
hacen de éste, un sitio único para el arte.
Ubicación: Avenida Hidalgo 45
Estación del Metro: Bellas Artes
Teléfono: 5518 2266
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